Me dijo de pronto la voz amiga

Me dijo de pronto la voz amiga, acompáñame,

es bello ser huésped en los jardines de Rodas.

Las rosas de Simónides nunca veré, seguir

tu consejo no puedo, voz amiga y soñadora.

A mi me aguarda, como a Príamo, la espada,

o como a Aquiles, el amargo lance y la derrota.