Hoy me he despedido del sol
Hoy me he despedido del sol,
(el ocaso los jardines besaba).
Pero yo solo le he dicho adiós
como quien tiene una pena
en el alma.
El ocaso besaba el jardín,
(por eso la tarde era muy hermosa
y lánguida).
Quedose la estrada desierta…,
(nadie mi pena velaba).
La luna mojaba las frondas,
(solo el ruiseñor cantaba…)
Doña luna, doña luna
Doña luna, doña luna,
los barcos están gritando,
tienen miedo porque no encuentran
en la noche la luz de tu faro.
Doña luna, doña luna,
están los montes esperando
poner en su robusta frente
tu birrete plateado.
Doña luna, doña luna,
tus hijos están llorando,
tienen hambre porque ya no sale
leche de tu seno blanco.
Como guarda la enrejada
Como guarda la enrejada su recinto,
como guarda la colmena su dulzor,
yo guardaba en sagrado cáliz
las últimas gotas que el amor me dejó,
y decidme, ¿ahora qué me queda
si el dulce néctar al suelo cayó?
¿Dónde calmaré la sed que me aflige
si la fuente de sus labios se secó?
Sube de tu pelo al cielo
Sube de tu pelo al cielo un perfume abandonado,
volando lejos, en pos de la hermosura,
voluptuoso cuerpo de formas irreales,
vaga nube que en ilusiones vuela encendida.
Yo también conozco la vida de los sueños,
con su vaporosa materia cuezo cada día mi pan.
Yo también conozco aquel ansia infinita
que en vuestros labios puso la sed del amar.
¿Qué buscas allí arriba perfume?
¿Buscas a los ángeles de amorosos brazos?
¿Acaso la plenitud de una esencia buscas
donde al fin dar reposo a tus suspiros sonrosados?
Sube de tu pelo al cielo un perfume abandonado,
desesperadamente, buscando la hermosura,
¿Por qué no en el melancólico jardín de flores,
pones mujer tus anhelos junto a la plegaria mía?