Yo deambulo

Yo deambulo, peregrino errante

en busca de la belleza y el santuario del amor,

por el camino un rato me entretengo

en la afable compañía del campo y el sol,

así ando y divago y al arrullo de la tarde

fatigado me tiendo en un prado consolador,

verde pañuelo que las tristezas recoge

y la luna limpia con piadoso fulgor.